La tierra en la vida

La tierra en la vida

The Soil (Zuzanna Solakiewicz, 2021)

Presentado como un documental musical, alejado de los ejemplos más convencionales como Amy (Asif Kapadia, 2015) o El último vals (Martín Scorsese, 1978), The Soil es un retrato de la vida rural de un grupo de mujeres ancianas.

Zuzanna Solakiewicz trasmite cierta envidia por la sabiduría de estas mujeres porque sus cantos reflejan una gran capacidad premonitoria relacionada con los malos augurios. Todas, que parecen estar viudas, muestran su retrato de boda mientras posan. Posteriormente el filme nos traslada a una boda que parece anacrónica, donde se canta y se bailan diferentes canciones de índole matrimonial y con un sentido sexual.

Contando de manera paralela las dos acciones –las de las mujeres cantando y la de la boda– nos enteramos que esos matrimonios que tuvieron fueron por conveniencia, aunque hay cierta deliberación por ocultarlo por parte de las protagonistas. Por lo que podemos hablar de cierta intencionalidad para retratar un mundo patriarcal, aunque con unas mujeres que rompen en cierta forma con los cánones preestablecidos.

La relación con la tierra se da por las ceremonias. La boda es excesivamente floral, como si fuera una metáfora de la primavera. Que, ya que hemos mencionado la primavera, habría que decir que el documental presenta un curioso ciclo vital donde el paso de las estaciones remarca el cambio de los ritmos vitales y la aceleración del tiempo.

También es un canto a la tierra, al trabajo artesanal y concretamente al amor por la agricultura, que sirve como medio de subsistencia, pero también como una pasión y el motivo principal de vida de estas ancianas. Además recoge el legado y las tradiciones de una generación muerta.

Simbólicamente es una película compleja. Las canciones narran historias de manera metafórica y alegórica que recuerdan a los cantos del trabajo presentes en diferentes culturas; la fotografía presenta yuxtaposiciones que relacionan dos planos completamente aislados y la trama acaba por diluirse en sus transiciones que abarcan pasado, presente y futuro para cerrar el círculo de los malos augurios con historias que parecen repetirse en bucle.

-Santi Lecuona