17 Jun Los hongos también hablan
The Mushroom Speaks (Marion Neumann, 2021)
Las setas hablan puede ser posiblemente el título más literal de todo el festival. Las setas hablan, piensan e, incluso, se permiten filosofar o recitar una poesía deconstruida sobre el medio natural y la relación con el hombre.
La obra de Marion Neumann intenta capturar la importancia de los hongos en cualquier ecosistema, así como las investigaciones científicas en torno a estos. Por lo que veremos experimentos donde se utilizan para la restauración y reparación del medio natural, ya que son un elemento crucial para eliminar los residuos tanto naturales como antrópicos.
Los hongos son tan importantes y al mismo tiempo tan desconocidos que se comenta que de nueve millones de especies que puede tener el planeta, cinco millones son de hongos y tan solo a un 1% se les ha dado nombre. Setas de diverso tipo que se conjugan con diferentes formas de gran belleza plástica –que quedan muy bien ante el objetivo de la cámara– con colores llamativos, apagados y camuflados entre los troncos de los árboles en los que habitan.
“El desastre del hombre es una buena oportunidad” llega a decir una de las tantas setas que aparece en pantalla, recalcando que ellas mismas, que son millones y millones, pueden encargarse de eliminar los residuos del hombre. Asimismo lo han entendido también algunos grupos ecológicos que comprenden que las setas tienen el “poder para salvar la tierra”… Salvarla de nosotros mismos, por supuesto.
A raíz de esto se establece una relación hombre-hongo, con la idea de crecer cooperando mutuamente. El gran paradigma de esto es el tipo de bosque satoyama (etimológicamente significa “tierra arable/humanizada y montaña) en Japón, un bosque creado por el hombre –no por artificialidad, sino por la modificación del terreno al buscar recursos– y que es el hábitat de la seta más valorada del mundo: la matsutake (un hongo que no puede ser cultivado en laboratorio). Este tipo de paisaje natural, pero antrópico, busca ser la referencia para recuperar el contacto –ya perdido– con la naturaleza.
No obstante, el documental también explora otras vías de carácter más lúdico relacionadas con la exploración de la conciencia y del yo –de hecho citan el “Yo Superior” de Carl Jung– al tratar el tema de la psilocibina (un compuesto alucinógeno de ciertos hongos) al que le dan un sentido de conexión con otros hombres y un uso medicinal, así como de la activación de partes del cerebro relacionadas con la inconsciencia.
Aunque, sin duda, lo más interesante, singular y extravagante del documental es el hecho de que las setas hablen a través de los subtítulos. Y decimos que es interesante y no anecdótico porque el hecho de que hablen les proporciona inteligencia, poniéndoles a la altura del ser humano y recalcando esa posible simbiosis entre el hombre y los hongos.
-Santi Lecuona