Yuima Nakazato: “Al buscar ropa desechada en Kenia, todo mi cuerpo me dijo que pasaba algo que no debía ocurrir”

Yuima Nakazato: “Al buscar ropa desechada en Kenia, todo mi cuerpo me dijo que pasaba algo que no debía ocurrir”

El diseñador japonés destaca la presencia del mar y el impacto de las olas en la roca como inspiración para sus piezas basadas en Tenerife

Yuima Nakazato ha pasado varios días en Tenerife invitado por el Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (FICMEC). El diseñador de moda japonés irrumpió en el mundo de la alta costura de París con su apuesta por la sostenibilidad mediante el reciclado de ropas desechadas y abandonadas en Kenia, que fue a buscar personalmente a Nairobi. En FICMEC recogió el premio Brote Artístico y aprovechó su estancia en la isla para inspirarse en su naturaleza con el fin de incorporarla a su próxima colección.

Además, el festival proyectó el documental ‘Dust to Dust’ (89′ / 2024 / Japón), de Kosai Sekine, que da cuenta del viaje de Nakazato hacia una moda éticamente consciente, desde los vertederos de Kenia hasta la pasarela de París. Los diseños etéreos del artista japonés constituyen una reimaginación radical de la industria de la moda con el fin de que la creatividad y el cuidado por el mundo vayan de la mano.

P.- ¿Cómo tomó la decisión de incluir la sostenibilidad en su propuesta de creación de moda?

R.- He visto muchas noticias sobre el mundo de la moda y supe que la industria de la moda produce muchas prendas que se van a desechar. Entonces, desde el punto de vista de un diseñador de moda, de un creador, tomé la decisión de que esto es algo que hay que cambiar y ahí empecé.

P.- ¿Cómo ha recibido el mundo de la alta cultura, tanto la industria como los clientes, esa propuesta de sostenibilidad? En principio, parece contradictorio que este sector acepte la propuesta suya de transformar ropa desechada en una vestimenta que es una creación artística para su consumo por parte de minorías privilegiadas.

R.- La alta costura es una industria que ha consistido en mostrar lo más bello del mundo. Ahora la tendencia se orienta no solo en relación a la belleza, sino también al tipo de materiales, cómo crear, los detalles… No solo lo que se puede apreciar externamente o la apariencia, sino que todo lo que está detrás también debe tener su propia belleza.

Personalmente, yo pienso que no solo aparentemente se debe buscar un aspecto bonito, sino que también hay que pensar en el medioambiente y seguir creando con una mentalidad favorable al medioambiente.

Mis clientes son gente que tiene un poder adquisitivo bastante alto, pero a todo el mundo le afecta el problema del medioambiente, de la Tierra. Son conscientes de los problemas que tenemos con el medioambiente. Percibo que cada vez hay más gente que quiere vestirse con conceptos medioambientales, de sostenibilidad.

Por otra parte, este es mi deseo. No depende de que el mundo lo requiera, sino que mi deseo es que me gustaría comunicar la cuestión de la sostenibilidad.  Además, pienso que es importante que estemos enviando mensajes de sostenibilidad desde la industria de la alta costura de París y, personalmente, creo que no se trata de que los clientes lo demanden, sino que es lo que deberíamos hacer.

P.- ¿Cómo fue la experiencia de ir a buscar ropa desechada en Nairobi, la capital de Kenia?

Como diseñador de moda, como un diseñador que crea prendas, quería ver con mis propios ojos cómo terminan las prendas en el mundo. Esa es la principal razón por la que he viajado a Kenia. Había conocido por distintas informaciones que había mucha ropa desechada en Kenia, pero no tenía nada que ver con lo que vi con mis propios ojos. En realidad, cuando vi aquel paisaje… Era impresionante. No fue una experiencia lógica en la que yo entendiera con mi cabeza lo que estaba pasando, sino que fue sentir con todo mi cuerpo que allí estaba pasando algo que no debería ocurrir.

P.- La propuesta suya no es solo la sostenibilidad. Es un producto artístico, que emociona y que traslada una visión del mundo natural a una pieza artística que, además es un vestido. Sabemos que tiene el proyecto de inspirarse en la isla de Tenerife para crear piezas o alguna colección. ¿Ha encontrado algo en esta primera visita a Tenerife que lo emocione?

R.- Estos días he visitado Tenerife y la primera impresión fuerte es la existencia del mar. Hay un azul profundo y está también la fuerza del choque de las olas… Y no solo el aspecto visual de las olas, sino el sonido de las olas que rompen contra las rocas y eso me impresionó mucho; por otro lado, está la roca de lava, como es una isla volcánica, la lava simboliza la isla. He visto la fuerza, la energía que tiene la lava volcánica y el impacto que dan las olas sobre ella. Intuí que es un paisaje precioso. Es lo que he sentido.

P.- ¿Cómo ha sido su experiencia en la XXVII edición de FICMEC?

R.- Me parece maravilloso poder conversar con la gente en un entorno de naturaleza y muy bonito de Tenerife. A través de las películas se puede encontrar la gente de la isla y también la gente de fuera, como yo; se pueden concentrar aquí y, a través de las películas, pueden intercambiar en conversaciones. Esto es una ocasión maravillosa. Por otro lado, pienso que es una oportunidad muy buena para hablar del futuro de la prenda.

Además, al ver al resto de las personas premiadas en esta edición, aprecio que todo el mundo tiene mensajes poderosos y sus actividades son diversas, proceden de distintos mundos y siento que es muy significativo que surjan conversaciones, ideas, intercambios entre estas personas que venimos de mundos tan diferentes. Esto tiene mucho valor.

P.- ¿Cómo recibe el premio Brote Artístico?

Estoy muy agradecido por poder estar aquí; para mí es una oportunidad visitar la isla y también que mucha gente pueda apreciar la película ‘Dus to Dust’ que explica mi trabajo y estoy muy agradecido por haber tenido la oportunidad de visitar una escuela de formación de moda y de poder llevar el mensaje a mucha gente a través de la película. Es un honor transmitir este mensaje junto con los miembros de FICMEC.